AMOR, CONEXIÓN y NEUROCIENCIA
Hoy vuelvo a hablar de la conexión entre madres e hijos pues acabo de leer un libro que explica y subraya la importancia transcendental que tiene esta conexión madre-hijo para el buen desarrollo emocional y personal de los jóvenes.
El libro se titula: “Una teoría general sobre el amor”, de Thomas Lewis, M.D., Fari Amini, M.D. y Richard Lannon, M.D.
Somos seres emociona
les y ya desde el primer momento en que nacemos necesitamos esta conexión afectiva para desarrollarnos adecuadamente y poder tener un equilibrio emocional en la edad de la adolescencia y en la edad adulta.
El libro da el ejemplo de bebés que están en un orfanato y que, a pesar de estar bien cuidados y limpios, y de que no les falte comida, si no reciben la atención que nos proporciona el afecto de una mirada, un gesto, un acaricia o la proximidad del latido del corazón de quien nos ama, este bebé no tendrá un buen desarrollo personal ni en la edad adolescente ni en la edad adulta.
El responsable de este desarrollo emocional es el cerebro límbico; éste está preparado para protegernos del estrés, de la ansiedad, de la depresión y nos permite tener relaciones estables. Resumiendo, es el responsable del amor en sus infinitas intensidades y sin amor no tendremos una vida equilibrada. Cuando hablo de amor, hablo en el sentido más amplio y con todas las múltiples variedades: aprecio, amistad, afecto, pasión, etc
Los bebés y adolescentes que han sufrido abandono tienen muchas menos neuronas en su cerebro y esto les impide poder tener un crecimiento dentro de la normalidad. Acarrean unas carencias debido a esta falta de afecto y a no haber tenido la posibilidad de crear los vínculos afectivos que nos proporciona la estabilidad emocional para crecer y tener la oportunidad de ser felices.
La prevención es la alternativa para potenciar las buenas relaciones y esto empieza por dar este amor que tanto necesitan nuestros hijos desde el primer momento en que nacen.
Así pues, mamás y papás, dedicad tiempo de calidad par dar vuestra atención plena a vuestros hijos: esto creará las conexiones neuronales que necesitan para su buen desarrollo y para conectar con su corazón. De esta manera dispondremos de más posibilidades de vivir bien y de crear una mejor sociedad.
Foto. Pixabay. Pete Linforth
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