MAMÁ HACIENDO COACHING (PARTE I)
¿Eres la mamá que quieres ser? ¿Te sientes estresada? ¿Te da la sensación de que el día a día te supera?
En este post quiero ofrecerte 5 ideas que me hubiera gustado saber cuando mis hijos eran pequeños… Son ideas que he aprendido sobretodo en mi aprendizaje de coaching con adolescentes y padres y también durante el aprendizaje de la Programación Neurolingüística.
La primera idea de todas es que no necesitamos ser prefectas ni hacerlo todo perfecto. En lugar de buscar la perfección,…. ¡busca la conexión con tus hijos!
Cada día tenemos una nueva oportunidad de actuar e influir con nuestros hijos, ya que quieras o no quieras, ellos nos imitan y nos copian. Si yo grito de una habitación a la otra, nuestros hijos aprenden exactamente esto: a gritar de una habitación a la otra.
La segunda idea es escuchar para conseguir esta conexión y para ello necesito aprender a escuchar, no sólo con mis orejas, sino también a escuchar con los ojos y el corazón.
La tercera idea es no juzgar. En lugar de suponer lo que mi hijo o hija está pensando, ha hecho, ha dicho, etc. Procura entender que está viviendo en este momento esta futura personita: ¿está preocupada?, ¿tiene miedo?, ¿no sabe como decirte o preguntarte alguna cosa?… Los padres juzgamos continuamente y esto nos impide ampliar nuestro campo de visión y por lo tanto generamos menos alternativas para establecer una buena relación familiar con nuestros hijos, sean pequeños, adolescentes o jóvenes.
La cuarta idea de hoy es que utilices tu tono de voz para crear la buena conexión que quieres en tu familia. El tono de voz no es el volumen. El tono de voz reflejará tu propio estado de ánimo como madre en este preciso momento. Por esto, la quinta y última idea es que antes de dirigirte a tus hijos dediques 30 segundos de pausa-stop para decidir qué quieres conseguir en la siguiente interacción con ellos.
Disfruta dedicando tiempo de cualidad al trabajo más importante de tu vida: ser madre.
Foto de Pixabay.com
No Comments