¿ PROCRASTINAS ?

¿ PROCRASTINAS ?

¿ PROCRASTINAS ?

¿Procra…qué? Procrastinar es una palabra que se está empezando a utilizar mucho en el entorno de la empresa y de la educación. Seguro que habéis oído la frase: “no dejes para mañana lo que puede hacer hoy”. Pues esto es procrastinar: dejar los temas importantes, y que sabemos que tarde o temprano deberemos llevar a cabo, para mañana, o dentro de una semana, o un mes. La palabra procrastinar tiene su origen en el latín, pro –adelante- y crastinare –futuro-.

Es una práctica tanto de adultos como de jóvenes. A lo largo de nuestra vida puede ser que aprendamos a procrastinar y este (mal)hábito pasa a ser una manera de vivir.
¿Sois padres? ¿Tenéis hijos? Pues ¡ojo! Porque los hijos aprenden imitando las personas que son un referente para ellos y sus principales referentes somos sus madres y sus padres. Los jóvenes adolescentes están en una etapa especialmente crucial en su desarrollo como persona, en su definición de lo que quieren y en encontrar un sentido a lo que hacen y quieren hacer durante su vida. Como padres les podemos dar un buen acompañamiento si sabemos gestionar nuestra propia procrastinación y les ayudamos en la suya.

¿Qué nos pasa cuando procrastinamos? Nuestra mente sigue dando vueltas a la cuestión pendiente de hacer… y esto nos genera tensión y esta tensión, este malestar nos puede hacer sentir culpables y a la larga puede generar estrés con todas sus consecuencias negativas.

Los estudios indican que el 95% de las personas procrastinamos. ¿Y por qué razones?
Pues podemos resumirlo en dos razones; la primera razón es por falta de visión. No tenemos claros nuestros objetivos, no hemos definido que es lo que queremos, cual es la intención de lo que hacemos y esto nos impide priorizar y nos aboca a realizar aquellas tareas que son más fáciles, más agradables en vez de realizar las que son más importantes para nosotros. La procrastinación no es un tema de gestión del tiempo.

La segunda razón puede ser por una causa emocional, de no creer que tenemos las habilidades para llevar acabo la tarea que estamos posponiendo. Esto es falta de confianza en nosotros mismos.

¿Cómo lo podemos resolver? Primero de todo definiendo claramente que es lo que queremos y nuestros objetivos deben ser SMART. En segundo lugar debemos realizar un trabajo personal para entender que es y de donde viene la confianza en uno mismo y a partir de aquí trabajarla. El coaching acompaña a las personas a llevar a cabo los cambios que queremos hacer, aprendiendo a gestionar donde ponemos la atención y la energía. Te invito a actuar para gestionar tu atención y tu energía.

Foto: web www.educ.ar