¿Qué es el coaching?
Hay muchas maneras de explicarlo. Ésta es la que yo prefiero: el coaching NO es terapia. Tampoco es dar consejos. Y tampoco es juzgar, ni enseñar.
El coaching es una conversación confidencial entre el cliente (coachee: ya sea un adolescente, un joven, una madre, un padre, un directivo, etc.) y el coach para ayudar a la persona a descubrir como es, a entender como actúa y a partir de aquí, acompañarla en los cambios que ella decida realizar.
Ah! Y siempre en positivo.
El coaching mira hacia delante, al futuro, y esto significa que ayuda a la persona a darse cuenta de donde está hoy y la ayuda a definir donde quiere llegar, sea a corto plazo, a media plazo o a largo plazo.
El coaching acompaña a la persona para establecer su plan de acción, paso a paso para alcanzar sus objetivos, sean estos familiares, personales, de empresa, de bienestar personal, etc.
El origen del coaching como herramienta de desarrollo personal, tal como lo entendemos hoy en día, es en el mundo del deporte, en EEUU en los años cincuenta. Unos entrenadores empezaron a utilizar unas técnicas distintas. En lugar de explicar a los deportistas como debían realizar los movimientos, les empezaron a pedir que observasen y experimentasen como entrenaban, para descubrir qué podían hacer de otra manera, tanto a nivel físico como mental.
Y aquí interviene un factor fundamental: ¿cuáles eran los pensamientos que ayudaban a conseguir los objetivos? ¿Cuáles eran los pensamientos que les impedían alcanzar los resultados esperados? Estas nuevas técnicas en el mundo deportivo tuvieron unos resultados excelentes. Y a raíz de este éxito estas técnicas se aplicaron en los equipos de venta de las empresas, con la idea de mejorar los resultados. Así fue. Estas técnicas se extendieron al Reino Unido y al resto de Europa. Hoy en día el coaching está muy consolidado en el mundo deportivo y en la empresa multinacional. El coaching está creciendo a nivel particular, life coaching, también se está introduciendo en el mundo educativo y está teniendo muy buenos resultados con los jóvenes y adolescentes.
Un buen coach es aquel que sabe potenciar lo mejor de la persona para que ésta consiga sus objetivos particulares y/o del equipo, como adulto, como joven, como adolescente, sea en el deporte, en la empresa o en la familia.
La forma para acompañar a la persona es a través de las preguntas efectivas. Cada uno de nosotros tiene dentro suyo, aunque a veces no lo parezca, la solución a nuestros problemas y retos. La función del coach es facilitar este descubrimiento y acompañar para vencer los miedos y las creencias que nos impiden tirar hacia delante.
Lo que ocurre en nuestra mente es fundamental en nuestras acciones. Un determinado pensamiento nos hace sentir de una manera u otra y a partir de aquí actuamos en consecuencia. Cuando estos 3 factores, pensamientos, sentimientos y acciones, son coherentes con nuestros objetivos y valores, entonces podemos estar bien con nosotros mismos y tomar las mejores decisiones. En definitiva el coaching nos ayuda a conocernos mejor.
Os invito a realizar una pausa, para ver que es lo más importante para vosotros y a definir un objetivo 2015 en esta área de vuestra vida. A continuación decidid el primer micro-paso a dar.
Felicidades.
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